ACTAS 6TA REUNIÓN, VIERNES 25 DE MARZO DEL 2011, SEDE PROYECTO TAJAMAR-RUMIPAMBA (QUITO)
Asisten: Pepe Echeverría, Victoria Domínguez, María Soledad Solórzano, Francisco Valdez, Catherine Lara.
Dos puntos esenciales fueron tratados en esta ocasión: en primer lugar, el acercamiento del Colectivo a la institucionalidad dentro de la definición de nuestra política arqueológica y luego, el esquema de la política, el cual fue complementado de forma notoria en tres de los objetivos.
1. Política arqueológica e institucionalidad (taller)
Quienes asistieron a la última reunión en el Ministerio Coordinador resumieron las propuestas de este encuentro: nos presentamos como un colectivo ciudadano de arqueólogos profesionales, que busca definir e implementar una política orientada hacia un manejo del patrimonio arqueológico del país enmarcado en los criterios científicos de la disciplina, a través de la institucionalidad. Los funcionarios del Ministerio por su parte manifestaron estar trabajando en políticas patrimoniales, por lo que tienen ya algunos documentos referentes al registro arqueológico, documentos que reflejan las necesidades que tienen las entidades culturales respecto al manejo del patrimonio arqueológico. El contexto de cambio institucional en el que nos encontramos actualmente en el ámbito cultural acarrea vacíos legales que pueden fragilizar aún más el patrimonio arqueológico, por lo que, en calidad de “especialistas en la materia”, nos corresponde a nosotros colmarlos. Consiguientemente, se llegó a la propuesta de realizar un taller conjunto que permita concretar ya los términos de la política arqueológica a partir de los avances tanto del Colectivo como del Ministerio Coordinador.
Durante el anterior encuentro en el Ministerio se había planteado la idea de llevar este taller a cabo en Guayaquil, aunque en esta ocasión se objetó que la mayoría de arqueólogos del país está en la Sierra Norte. Tomando en cuenta que la logística y el hospedaje del evento correrían por la cuenta de cada invitado, y que la idea es lograr un nivel máximo de participación, trabajar en Guayaquil sería un riesgo. Adicionalmente, el blog es una herramienta de participación que no debe ser sub-estimada (si bien se encuentra rotundamente desaprovechada al momento…).
Otra “estrategia” que se sacó a relucir aquí es la necesidad de abrirnos varios frentes de difusión y diálogo con los diversos representantes del Ministerio de Cultura y Coordinador.
En último término, la experiencia de la corta trayectoria del Colectivo dejó en claro que es imperativo alejarse de cualquier tipo de influencia política, y centrarse más bien en la línea científica que buscamos establecer a través de esta iniciativa. De lo contrario, corremos el riesgo de ser manipulados por intereses ajenos a nuestro propósito, el cual, en último término, podría terminar en un fracaso.
2. Avances en el esquema de la política arqueológica
Éstos se concretaron esencialmente en los puntos “educación” y “difusión”, y también en “conservación” en menor medida.
EDUCACIÓN
La propuesta de Dominique Gomis (ver la página de los borradores de la Política Arqueológica en blog del Colectivo) fue aceptada, por lo que el objetivo y el esquema de nuestra política quedarían establecidos de la siguiente manera:
Objetivo: «definir una política institucional pública para la formación académica, investigación, conservación, protección y puesta en valor y uso social del patrimonio arqueológico a nivel nacional».
Nuevo esquema:
— Formación académica
— Investigación
— Conservación
— Difusión
— Puesta en valor y uso social (eventualmente antes de “difusión”)
FORMACIÓN ACADÉMICA
Problemáticas, causas, potencialidades (diagnóstico puntual)
— existe una mitificación social de la arqueología, a menudo asociada en el imaginario colectivo al ámbito de la aventura, totalmente antagónico a una fuente de ingresos estable, lo cual desanima a la gente a la hora de optar por esta carrera.
— los programas escolares y colegiales difunden una visión obsoleta e inadecuada de la arqueología, basada en una presentación “tipologizada” de las culturas precolombinas que no toma en cuenta las interrelaciones y los procesos que las vincularon entre ellas. Realidad que a su vez desacredita a la arqueología como disciplina y desemboca de igual manera en un desinterés por la carrera.
— la oferta de carreras universitarias en arqueología es prácticamente inexistente en el Ecuador, y la cantidad de profesores potenciales, muy baja.
— a pesar de cierto progreso en ese sentido, la arqueología sigue siendo una profesión “elitista”, al alcance de quienes tienen/tuvieron la posibilidad de estudiar en Quito, Guayaquil, y hasta en el extranjero. Como resultado, los arqueólogos son pocos, y existe una fuerte desigualdad académica entre ellos, realidad particularmente palpable en las llamadas “fiscalizaciones” de proyectos llevadas a cabo por las entidades culturales, en que a menudo un Licenciado (en el mejor de los casos) evalúa a un PhD. Idealmente, los arqueólogos de las entidades estatales deberían ser Másters o PhD como mínimo.
— a su vez, la escasez de arqueólogos/de ofertas de formación en arqueología variadas y económicamente asequibles genera una multitud incontrolada de “para-arqueólogos” de diversos niveles, que pueden tanto aportar como perjudicar al patrimonio arqueológico.
Lineamientos
La arqueología no es ningún mito; atañe a un aspecto fundamental de la nación, a saber, el rastreo de su pasado y por consiguiente, de su identidad. Por lo tanto, debe recibir una atención especial en la educación básica y ser incentivada a nivel universitario. El patrimonio arqueológico es frágil y no-renovable: debe ser estudiado de forma responsable, por especialistas adecuadamente preparados.
Metas y actores involucrados
— comprometer a los arqueólogos a generar congresos y talleres en colegios y universidades sobre la información que producen, de manera a informar a la sociedad sobre lo que realmente es la arqueología y por lo tanto, contribuir a desmitificar los estereotipos existentes sobre la profesión, incentivando así a los estudiantes a seguir la carrera. Actores involucrados: arqueólogos.
— redefinir los contenidos de los programas escolares y colegiales que atañen a temas arqueológicos. Actores involucrados: Comité Científico, Ministerio de Educación.
— plantear la idea de un bachillerato en gestión patrimonial (el cual incluiría un componente arqueológico). Actores involucrados: entidades culturales, Ministerio de Educación.
— obligar al Estado a instaurar la formación completa en arqueología en las universidades estatales a través de la apertura de carreras que tengan los recursos necesarios y cierta distribución geográfica; con este propósito, se podría realizar previamente algún tipo de “encuesta” sobre las regiones en donde el implemento de una carrera de arqueología sería más factible. Actores involucrados: entidades culturales, autoridades de educación superior, Comité Científico [definición de pensums universitarios].
— definir y regular la práctica arqueológica, (reconocimiento de los “para-arqueólogos”, pasantes, estudiantes egresados, tesistas etc). Actores involucrados: entidades culturales, arqueólogos, Comité Científico.
— capacitar a los “para-arqueólogos” y a los funcionarios que trabajan directa o indirectamente con el patrimonio arqueológico (empleados municipales por ejemplo), a través de talleres. Actores involucrados: Comité Científico, entidades culturales, CECAP (Centro Ecuatoriano de Capacitación Artesanal).
DIFUSIÓN
Problemáticas, causas, potencialidades (diagnóstico puntual)
— Se producen casos en que el campo de estudio es casi considerado como propiedad privada (“mi” sitio), cuando pertenece legalmente al estado; por ende, hay despreocupación en cumplir con la obligación de difundir los trabajos. Si bien no es fácil publicar en el país, en la era digital, está al alcance de todos dar a conocer sus trabajos mediante cd’s, blogs etc.
— No existe una coordinación permanente entre los arqueólogos y los demás segmentos de la sociedad (medios de comunicación, docentes primarios/secundarios/universitarios, ministerios de educación, turismo etc). Siendo así, la información que estos medios comunican a la sociedad sobre temas arqueológicos es muchas veces desactualizada/deformada/incompleta/incorrecta/irresponsable (especialmente sobre temas relacionados a la huaquería en este último caso).
— En los museos – vínculos predilectos entre la sociedad y la investigación – , los guiones están a menudos desactualizados, no llaman la atención del público (“aburren”), el cual se desinteresa del quehacer arqueológico y sus implicaciones.
— Los arqueólogos desaprovechan los diversos espacios culturales actualmente existentes para difundir los resultados de su trabajo (radios, prensa, eventos organizados por las entidades culturales).
— Debido a estas deficiencias, la sociedad no está al tanto de lo que hacen los arqueólogos. La arqueología sigue siendo percibida como una ciencia “oculta”, algo fantástica, que a lo mucho evocará para la mayoría de gente la imagen de Indiana Jones o de “huesos viejos”.
— Por ende, la arqueología no se ve como una disciplina esencial dentro de la cultura y las autoridades no se preocupan por invertir en proyectos arqueológicos ni en proteger el patrimonio arqueológico de los riesgos que lo amenazan (círculo vicioso).
Lineamientos
— La arqueología es parte del fundamento identitario del país; el patrimonio arqueológico es propiedad del estado. Como consecuencia, es obligación deontológica del arqueólogo difundir lo que hace y encuentra, y de las autoridades, exigirle que lo haga.
Metas y actores involucrados
— Incluir obligatoriamente en las propuestas de proyectos arqueológicos un rubro de difusión de los resultados de los estudios mediante soportes digitales (cd’s, publicación de los informes en las páginas web de las autoridades culturales y educativas, difusión a museos, medios de comunicación, autoridades locales – en este caso en un lenguaje claro y entendible para el público no -familiarizado con la disciplina arqueológica). Actores involucrados: investigadores, autoridades culturales y educativas, seccionales, medios de comunicación
— Actualizar los guiones de los museos y trabajar en volverlos más atractivos y dinámicos. Actores involucrados: investigadores, autoridades culturales, seccionales (turismo)
— Controlar que tanto el proceso de difusión de las investigaciones como el de actualización constante de los museos sea llevado a cabo de forma satisfactoria. Actores involucrados: comité científico
CONSERVACIÓN
Problemáticas, causas, potencialidades (diagnóstico puntual)
— existe una falta de criterio en la intervención de sitios arqueológicos (monumentales especialmente): muchas de estas intervenciones no incluyen un proceso adecuado de investigación que integre el componente “conservación”, el cual debe forzosamente acompañar la excavación como tal o/y un tratamiento/almacenamiento/procesamiento adecuados del material recuperado. Si un sitio no puede ser mantenido, es mejor no someterlo a excavaciones en área/taparlo/no intervenirlo.
— los especialistas en conservación de bienes arqueológicos son prácticamente inexistentes en el país.
— en algunos casos, la ignorancia/desinterés de las comunidades poseedoras de bienes arqueológicos fragiliza el patrimonio arqueológico frente a las amenazas naturales o antropogénicas (huaquería, tráfico ilícito etc.).
— la huaquería particularmente es una práctica altamente destructiva para los sitios arqueológicos: en general, los huaqueros no tapan los huecos, por lo que, a más de la destrucción a las que son sometidos, los contextos –o lo que queda de ellos- quedan expuestos a factores destructivos de todo tipo.
Lineamientos
En calidad de componente frágil y no-renovable de la identidad del país, el patrimonio arqueológico merece protección, respeto y un trato especializado específicamente acorde a su naturaleza, el cual debe sujetarse a los principios científicos propios de conservación de los bienes arqueológicos.
Metas y actores involucrados
— incluir obligatoriamente criterios de conservación en el planteamiento de proyectos arqueológicos. Actores involucrados: entidades culturales, arqueólogos.
— contemplar una especialización universitaria en conservación de bienes arqueológicos. Actores involucrados: Comité Científico, autoridades educación superior.
— concientizar a las comunidades locales sobre los peligros que amenazan al patrimonio arqueológico y la forma de protegerlos. LAS COMUNIDADES SON LA MEJOR “POLICÍA PATRIMONIAL”… Actores involucrados: arqueólogos, comunidades locales.
— integrar a los huaqueros al quehacer arqueológico a través de una adecuada capacitación/concientización. Actores involucrados: arqueólogos, huaqueros.
3. Varios
— En el blog del Colectivo podrán ver la nueva versión de nuestro esquema de política arqueológica (el tercero), la cual incluye los aportes de las reuniones anteriores y los avances reportados en estas actas. Se les invita a seguir completando los puntos de “Conservación” y “Puesta en valor y uso social”.
— En la medida de lo posible, se seguirá con el proceso de difusión/diálogo con el Ministerio Coordinador de cara a los propósitos y avances de nuestra política arqueológica, proceso acerca del cual se les mantendrá informados.
— La próxima reunión del Colectivo quedó fijada para el viernes 8 de abril a las 14h00 en la sede del Proyecto Tajamar (Rumipamba-Quito).
f) Los Sobrevivientes