Estimados colegas:
A continuación se les da a conocer el texto de la carta formulada por los arqueólogos presentes en la reunión «extraordinaria» convocada para el pasado día jueves 7 de abril, cuyo objeto encontrarán expuesto en detalle en mencionado documento. Aquellos de ustedes que por alguna u otra razón no puedan firmar el documento original y deseen apoyar la petición, están invitados a manifestar su apoyo por este medio.
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Quito, a 11 de abril del 2011
Señor Economista
Rafael Correa Delgado
PRESIDENTE CONSTITUCIONAL DE LA REPÚBLICA DEL ECUADOR
En su despacho
Señor Presidente:
Fieles al compromiso deontológico de la arqueología, y cumpliendo nuestro deber ciudadano de velar por el patrimonio cultural de la nación, los suscritos nos permitimos acudir a usted, con la finalidad de llamar su atención sobre una situación preocupante que amenaza actualmente a uno de los sitios arqueológicos más emblemáticos de la ciudad de Quito: el Parque Arqueológico y Ecológico Rumipamba.
A pesar de ser la capital de la República, Quito y su territorio son muy poco conocidos desde el punto de vista arqueológico: con el paso del tiempo, el desarrollo urbano de la metrópoli ha alterado progresiva e irreversiblemente la gran mayoría de las evidencias precolombinas. No obstante, algunos sitios subsisten y constituyen una valiosa fuente de información del componente prehispánico de la identidad quiteña y nacional. Uno de ellos es precisamente el yacimiento “Ciudad Metrópoli o Rumipamba”, ubicado en las faldas del Pichincha. Este sitio resulta ser además estratégico por sus características ecológicas dentro del contexto urbano. Por su importancia cultural y natural, el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) lo declaró como un bien perteneciente al Patrimonio Cultural del Estado mediante la Resolución N° 020 DNPC, del 1 de octubre del 2002. Posteriormente, el Municipio Metropolitano le asigno la categoría de “Área de Protección Arqueológica – Ecológica y de Reserva Patrimonial” mediante la Ordenanza de Zonificación N° 0012 del 20 de noviembre del 2003.
Contra la lógica de estos antecedentes, desde mediados del 2010, la Alcaldía de la Ilustre Municipalidad de Quito, está empeñada en mutilar una parte importante del Área de Protección Rumipamba para integrarla al casco urbano circundante. Para ello, ha solicitado al INPC que emita un informe técnico que posibilite la modificación de la Ordenanza de Zonificación del 2003 y permita la incorporación de los llamados predios 525262 y 525273 (lotes 1 y 8 de la zonificación original) a sus nuevos planes de uso de suelos.
En respuesta a este pedido, el 8 de octubre del 2010, el INPC entrega a la Secretaria de Territorio, Hábitat y Vivienda del municipio el documento intitulado “Informe Técnico Arqueológico sobre los lotes 1 (Predio N. 525262) y Lote 8 (Predio N. 525273) Correspondientes al Sitio Ciudad Metrópoli o Rumipamba” donde se hace la siguiente (sic) RECOMENDACIÓN:
Que de acuerdo al Borrador de Ordenanza enviado por la Secretaria de Territorio, Hábitat y Vivienda del distrito Metropolitano de Quito, en donde se señala la exclusión de los lotes 1 y parte Norte del Lote 8 (Ver Planos enviados), y en concordancia con el presente Informe Técnico Arqueológico se recomienda dar paso a la Ordenanza de Zonificación que reforma a la N° 0012 del 20 de noviembre del 2003, mediante la cual se signa al sitio denominado Ciudad Metrópoli o Rumipamba el Uso de Suelo como “Área de Protección Arqueológica-Ecológica y de Preservación patrimonial”
Sin entrar en la ligereza los detalles “técnicos” del informe que recomienda reformar la Ordenanza de Zonificación del 2003, hay que señalar que los antecedentes y las conclusiones que sustentan esta recomendación son exactamente los mismos que sirvieron de fundamento para la asignación de Área de Protección Arqueológica en el 2003. En ambos casos, las ordenanzas se basan en el trabajo de reconocimiento inicial hecho por el INPC en 1999. El informe técnico de octubre del 2010 no hace (como era de suponerse) una nueva valorización arqueológica exhaustiva de los predios en cuestión, sino que se limita a citar párrafos inconexos del informe de 1999; y contradictoriamente a su recomendación, cuando cita los estudios posteriores (2002, 2003, 2004, 2005 y 2007) reafirma la presencia indudable de vestigios culturales en los lotes 1, 7 y 8 (Págs. 4 y 5). En definitiva, en el 2010, el informe técnico del INPC reafirma las bases de la ordenanza del 2003, pero recomienda sin fundamento, su modificación. La consecuencia obvia fue la emisión de la Ordenanza Metropolitana N° 0042 que reforma el texto y los límites de la Ordenanza de Zonificación 0012 del 2003, derogando el estatus de zona patrimonial protegida de un área de alto potencial científico del Parque Arqueológico y Ecológico Rumipamba.
Por otro lado, el artículo 4 de la Resolución N° 020 DNPC de octubre del 2002, antes citada, estipula una serie de restricciones (entre las cuales caen los nuevos usos del suelo propuestos por el Municipio) “hasta que se haya elaborado los estudios de delimitación y protección de este bien y las respectivas ordenanzas e inventarios”. Este requisito no se ha cumplido desde el año 2002 y en consecuencia, todo acto que se interponga a este requisito resulta contrario a derecho. Cabe señalar que existe en el Municipio una supuesta nueva valoración arqueológica de los predios 525262 y 525273, hecha mediante el Memorando N° 155-INV-2010 495 de fecha 14 de julio del 2010 y firmada por el Dr Holguer Jara, jefe de investigaciones del ex FONSAL. Este documento, que no tiene un carácter técnico por no estar basado en trabajos arqueológicos reales, se limita a decir en forma contradictoria, para el predio el 525262:
“del análisis cuantitativo y de los estudios arqueológicos realizados se deduce que no existen, en gran cantidad, restos prehispánicos; pues las evidencias se multiplican hacia el norte de la quebrada. Así mismo, los materiales y vestigios en este predio son similares a los depositados en todo el sector de Rumipamba, cuyos límites están marcados entre la Av. Mariana de Jesús y Av. Occidental.”
En lo que concierne al predio 525273 afirma que:
“A pesar de que este predio se encuentra al norte de la quebrada Rumipamba, se puede señalar que es uno de los más alterados, debido al uso que se le ha dado en los últimos años; pues en él se han depositado materiales de construcción, se han abierto calles, redes de alcantarillado, construido veredas, entre otras. Es decir, sus vestigios culturales aparecen descontextualizados y, por lo tanto, su valoración es obviamente menor”
De estas afirmaciones se colige que en los mencionados predios sí existen vestigios prehispánicos en superficie y en el subsuelo, tal como lo demuestran las alteraciones provocadas por la construcción de calles, alcantarillados y otros…Que una parte de estos contextos estén descontextualizados, no resta valor patrimonial al conjunto (alterado o no) de las evidencias arqueológicas presentes. Nuevamente, este informe repite lo que se expuso en la valoración arqueológica original hecha en 1999 por el INPC y que sirvió de base para la ordenanza del 2003, que en el 2010 se modifica sin un sustento técnico real.
Desde el punto de vista estrictamente científico que nos atañe como arqueólogos profesionales, y conscientes de que el actual gobierno, por primera vez en la historia del país, ha aportado decididamente a la conservación, puesta en valor y uso social del patrimonio, cúmplenos en señalar problemas graves en el procedimiento, tanto del Municipio de Quito como del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural : basándose en un informe técnico netamente deficiente se procede a la mutilación de un área declarada patrimonio del estado, y por ende inalienable. En consecuencia, tenemos a bien solicitar al señor Presidente de la República que se ordene, a quien corresponda en derecho, revisar la Ordenanza Metropolitana N° 0042 del 11 de noviembre del 2010 y se tomen las medidas necesarias para reparar con la celeridad del caso esta lamentable injusticia patrimonial que amenaza a uno de los elementos identitarios más emblemáticos de Quito, Patrimonio Mundial de la Humanidad. Para evitar toda discusión infundada en esta materia, se recomienda que antes de toda acción se proceda a una valoración real del potencial arqueológico del área en cuestión, pero que ésta sea realizada por peritos calificados (arqueólogos profesionales independientes) que no obedezcan a los intereses de ninguna de las instituciones involucradas en la actual situación.
Atentamente,
(arqueólogos profesionales y moradores del sector Rumipamba signatarios)
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(NOTA: dos ejemplares más de esta carta serán entregados a los Ministerios de Cultura y de Coordinación del Patrimonio Natural y Cultural respectivamente)
Estimado colectivo:
Mi apoyo total al voto de censura por este hecho incalificable y mi condena a los autores, algunos quizás ingenuos y otros no tanto que anidan en una institución que fue creada para proteger el patrimonio cultural.
Estimados Colegas
Me parece loable el interés que se tiene, sin embargo, tengo algunas preguntas ante la circulación de la información:
– Que personas participaron en la reunión, en la carta enviada a la presidencia de la república se colocó el nombre de los asistentes y de los que conformamos el colectivo original.
– Cuales de las personas que estuvieron en la reunión original y de las que hemos asistido periódicamente asistieron (o que asisten periódicamente).
– Antes de hacer pública esta petición se ha solicitado autorización a las personas que conformaron originalmente el colectivo de arqueólgos, para poner sus nombre en esta misiva, porque no hay ningún nombre (no es que me importe, pero no me puedo pronunciar o signar algo de lo que no se de que va)
– Se han realizado averiguaciones directamente al INPC ante el tema, de manera escrita
En lo personal he recibido algunas llamadas solicitando información sobre la urgencia de la reunión y si no llamaba a Catherine Lara no me enteraba de que se trataba, por temas de salud me fue imposible asistir, y se de algunos colegas que conformaron el colectivo la fecha de su iniciación que tampoco lo hicieron, por eso mi preocupación, además de que he indagado en el tema y más allá de estar a favor o en contra, creo que constituye un proyecto mayor, que debería ser socializado para entenderlo y poder emitir un criterio generalizado, más por un medio de difusión pública
Saludos
María Soledad
Estimados, Colegas
Considero que cualquier acción que destruya bienes patrimoniales debe ser rechazada, más aun si Rumipamba es uno de los pocos sitios arqueológicos donde el mismo municipio de Quito ha sido parte de su conservación frenando indiscriminadamente el crecimiento urbano que la ciudad amerita. Por lo que se vuelve inconsistente e inaceptable aprobar que las nuevas administraciones por diversos intereses atenten contra la historia de una ciudad que lastimosamente aun carece de identidad.
Por lo que me uno a la petición del Colectivo de Arqueólogos.
Estimados colegas.
Primeramente disculpándome por no poder asistir a las reuniones que realizan de manera períodica, ya que las obligaciones laborales me lo dificultan. En cuanto a la comunicación que se adjunta, es lamentable mirar como se ha llegado a este punto, en el que a causa de lecturas ligeras (esperando que no sean algún otro tipo de imntereses ocultos) de los documentos se puede llegar ha este tipo de atentados en contra de los bienes culturales y de claridad de cómo entenderlos contextualmente. Es triste ver que este tipo de interpretaciones sean parte de actuales discusiones, en las que supuestamente se ha avanzado sobre un pensamiento arqueológico, y me sumo al rechazo que se ha planteado y me uno en favor de la defenza del sitio arqueológico de Rumipamba.
Byron Camino
ACLARACION
Colegas:
Hay arqueólogos que no son parte del Colectivo que participaron en la redacción de la carta en cuestión; por otro lado, no todos los integrantes del Colectivo se hicieron presentes. Por ende, lo más probable es que haya compañeros que no estén de acuerdo con los términos del documento, o simplemente no les interese involucrarse en el caso -posicionamientos que se respetan. Siendo así, la carta no va firmada por el Colectivo como tal (cuyo nombre ni siquiera aparece en el escrito, como podrán ver), sino por cada arqueólogo que, como persona particular, esté interesado en sumarse a la solicitud, independientemente de colectivo alguno.
Estimada Srta. Lara
Las últimas opiniones acerca del affaire Rumipamba -exactamente 4 sin contar las de los autores de la Carta al Presidente- han sido vertidas hace más de una semana. Sin embargo seguimos en la mayor desinformación que se pueda esperar sobre todo teniendo en cuenta la ¨gravedad¨de la situación. ¿Hay algún interés por transparentar lo que ha pasado, o fieles a nuestra tradición idiosincrática dejaremos que este asunto se suma en el laissez-faire? Cabe asimismo preguntarse sobre el estado general de la gestión en curso sobre la política arqueológica…
Señor Carrera:
Efectivamente la situación es grave, pues si tomamos en cuenta las nuevas atribuciones otorgadas a los Municipios en materia de gestión cultural, una luz verde a una eventual intervención urbanística en Rumipamba significaría la puerta abierta a que se den situaciones similares en sitios emblemáticos de otras ciudades del país. La carta que se les dio a conocer al respecto está en proceso de entrega y si consideramos el delicado contexto político en que nos encontramos, lo más probable es que haya que esperar un poco todavía para obtener una respuesta. Lo ideal sería seguir presionando e insistiendo, pero tampoco podemos descartar que vivimos en una realidad concreta y que hay parámetros que debemos respetar; lo único que lograríamos ignorándolos todos es que terminen rechazando por completo cualquier propuesta originada por cualquiera de nosotros.
En lo que se refiere a la política, desafortunadamente, el tema de Rumipamba parece haber generado malestar entre algunos colegas, y nos quedamos sin lugar de reunión para seguir redactando el texto, sin olvidar además que algunos de quienes asisten a los encuentros se encuentran comprometidos en las fases de campo de sus respectivos proyectos. En ese sentido, una alternativa es seguir trabajando a través del blog, que se creó justamente con el propósito de solventar problemas de este tipo.
En último término, falta poco para concluir el texto. Se hizo un llamado a los colegas para que aporten con ideas para completar los objetivos «uso social» y «conservación». En vano. Se agradece a quienes han colaborado para el resto del texto, y aprovecho la oportunidad para reiterar el llamado a seguir afinando el borrador de la política. Aunque quedemos dos o tres en esto, le aseguro que entre esos dos o tres concluiremos el texto. Promoverlo será otro cuento… El Ministerio Coordinador parecía estar interesado en el tema, pero no tenemos nada concreto al respecto aún. De momento, e -insisto-, en el marco del contexto político actual, lo mejor que podamos hacer es terminar el texto y, después de la consulta, dedicarnos integralmente al tema de su promoción (ver si se sigue insistiendo con el Ministerio Coordinador, o si se buscan otras alternativas). Con todo, se les mantendrá informados si se presenta alguna novedad.
Gracias por su interés y espero haber resuelto sus inquietudes.
Estimados colegas:
Estoy de acuerdo con lo expresado por María Soledad, pero además si creo importante conocer mediante qué criterios técnicos y científicos se llegó a determinar el significado o no significado arqueológico del sector en mención, quiénes estuvieron involucrados en la toma de decisiones sobre este asunto, y qué facultades tuvieron para hacerlo.Entiendo que hay técnicos que emiten los informes de liberación de áreas, asesores técnicos y legales y una dirección institucional que toma la decisión final en base a sus recomendaciones. Pienso que a la hora de elaborar una política arqueológica se tomarán en cuenta acciones como el que se ha producido y que a mi entender (con algún conocimiento de causa por haber trabajado en el INPC ), ya se han producido en el pasado aunque no haya habido de por medio una acción de protección institucional expresa como en el caso que hoy nos ocupa.
Quiero manifestar mi adhesión apoyo incondicional a los valientes arqueólogos que permanentemente se preocupan y defienden el patrimonio cultural del Ecuador , en este caso la defensa del Sitio Arqueológico Rumipamba. Debo decir que realicé el estudio etnohistórico de Rumipamba cuyas evidencias muestran el valor histórico y patrimonial del Quito ancestral.
Valga la oportunidad para solicitar al colectivo apoyar en la defensa del patrimonio documental, del mismo que me pronunciaré por esta vía.
Lucia Moscoso C.
Historiadora